RETRACTACIÓN DE
HECHOS
Yo el viejo Job,
me arrepiento de todo
cuanto dije contra mi
aquellas noches y
aquellos días
en los que el sol me
fue inicuo
y mis noches fueron
como sarna.
Yo el viejo Job,
me retracto y me
contradigo
de todas y cada una
de las palabras
que EL dicto y puso
en mi boca
como lenguas de
fuego.
Yo el viejo Job,
Declaro, no haber
dicho
Desde mi corazón:
"que aborrecía
el día que llegué a nacer"
"que repudiaba
el vientre de mi madre"
"que desee ser
abortado para nunca ver la luz"
"que renegué de
todo lo hermoso de este mundo"
"que culpé a las
estrellas y al sol de mi destino"
"que injurié y
maldije todo cuanto hay sobre la tierra"
"que los poetas
valían menos que la mierda"
"y que el amor,
era la peor trampa de dios"
Reniego y me retracto
de todo,
cuanto esta escrito y
que dices que yo dije.
Yo el viejo Job,
juro en nombre de mi
ser,
que nada de lo dicho
brotó de mi alma y
mis huesos.
Por eso, mi alma esta
inquieta;
pide la restitución
total
y absoluta de mi
verdad original
junto con cada una de
mis cosas
amadas y por amar
cada lagrima,
cada gota sudor,
cada risa,
las quiero tal cual
son,
para morir en santa
paz.
Yo el viejo Job,
escupo y me vomito
sobre los que dicen
ser mis amigos
pero están a favor
de un dios
pendenciero
un dios del dolor
la miseria que me
infringe;
cuando ellos en
nuestra juventud
hicieron cosas
peores,
cosas deleznables,
cosas en verdad,
inicuas,
sobre mujeres,
hombres y animales.
Yo el viejo Job,
nunca engañe a nadie,
con supuestos poderes
espirituales
ni empuje a nadie a entrampadas retóricas,
como tampoco me
aproveche de la flaqueza
de las mujeres que me
pidieron consuelo
o que pasaban por
tribulaciones en su espíritu
sin antes ver, la viga en mis ojos
o la daga en mi
pecho.
Yo el viejo Job.
detesto a mis amigos
por cobardes y
acomodaticios al viento
que no reconocen que
fuimos
crápulas de tiempo
completo,
cometimos adulterios
como arenas del desierto,
hicimos fortuna
reventando lomos y cercos
quitando agua, y
abriendo heridas
diciendo una cosa y
haciendo otra,
festejando triunfos
del sudor ajeno,
fustigando a la viuda
y al huérfano
dando falsas
esperanzas
y atesorando en la
tierra.
Yo el viejo Job,
Sé, que gracias a El
todo el mundo me
volvió la espalda,
las estrellas , los
animales , las yerbas.
A donde voy, no hay
cantos de aves ni de ríos,
vago solo con mi alma
y con mi mente enferma
dando tumbos sobre lo
que un día fue,
sobre los restos de
mis recuerdos,
sobre los caminos que
me condujeron mal,
en ellos, hoy y
mañana estaré
sin amigo alguno,
sin amantes,
sin conocidos,
sin cosa alguna,
sin sangre,
viendo como hace escarnio de mí,
mi propia sombra,
acerca de mi inocente
fatiga,
de mí credulidad
de soñar que era un
humano mas
un alma en busca de
su alma,
a base de fallar
una y otra vez
hasta darle forma y
sentido
al acto de morir.
EFRAIN VILLEGAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario